La pelota fue su amiga,
tacos, moños y sombreros;
el talento desplegado
lo mamó de los potreros.
Fueron su marca registrada
la gambeta y el engaño;
disfrutaba haciendo goles,
mucho más tirando caños.
El recuerdo en el Minella,
la jugada bien resuelta;
contra el Diablo vino el túnel
a Maranga de ida y vuelta.
A dos, tres y cuatro cifras
a la quiniela apostaba;
y en tertulia con amigos
el mejor chiste contaba.
Puso siempre la pelota
bajo el techo de piolines;
sobre todo fue un gran tipo,
crack Mandarina Martínez.
Librepensamiento: el ahorro es la base de la fortuna…de los bancos.